Navarra: memoria, política e identidad
/ Castellano
/ año 2004
/ 350 páginas
Sánchez-Prieto, Juan María; Nieva Zardoya, José Luis
La cuestión de la identidad no es una cuestión metafísica sino esencialmente cultural y política y, por tanto, mudable. La identidad es una, pero no es algo fijado, evoluciona por sus propios procesos de identificación, de asimilación y de rechazos selectivos, y se va transformando a lo largo de la historia. El caso de Navarra así lo demuestra. La Navarra actual constituye para unos la auténtica y verdadera Navarra; para otros, no es más que la parte exigua de una gran Navarra olvidada y por recuperar. No existen identidades inmutables ni cambios irreversibles en materia de identidad.
La identidad se sustenta en la idea que una sociedad se hace de sí misma, y en esa imagen construida la memoria de la historia, la historiografía, juega un papel esencial. A través del relato histórico, el historiador ejerce una clara función política: define metas, aúna voluntades, persuade, presiona, organiza el tiempo; negocia en suma el pasado desde el presente con vistas al futuro. La historia es indudablemente un arma política, aunque no siempre utilizada de la misma manera ni con igual fortuna. La historia como la política puede reducirse a la dialéctica amigo-enemigo, pero el historiador coincide con el político en algo más fundamental: la producción colectiva de sentido.