Pamiela: en euskara, nombre de ciertas cajas que dejaban las brujas en algunos caseríos con la advertencia de que no debían abrirse, pues caso de hacerlo caerían sobre quien lo hiciera innumerables desgracias.
En 1983 aparecía en Pamplona el primer número de la revista literaria Pamiela. Ente las cosas que unían a los muchos colaboradores e la revista estaba la admiración por Pablo Antoñana, por lo que la altura del número 4 de la revista se decidió rendirle un homenaje y publicar su novela Pequeña crónica, que no había visto la luz en forma de libro. Fue esta circustancia la que de manera espontánea dio lugar a la edición posterior de más obras de Antoñana, así como de otros autores tanto en lengua castellana como vasca. 35 años después, Pamiela lleva publicado un millar largo de títulos en ambas lenguas. Al incorporarse Jorge Oteiza a Pamiela como autor, creó el sello que desde entonces nos identifica: