Merindad de Olite. I. Historia de Tafalla
/ Castellano
/ Libro en cartoné
/ año 2009
/ 470 páginas
Coeditado con Udalbide y Euskara Kultur Elkargoa
La historiografía tafallesa, obra de destacados estudiosos locales, se enriqueció con las investigaciones de José María Jimeno Jurío, que, como todo artajonés, consideraba metrópoli comarcana a la ciudad de Tafalla. Historió su pasado en los diferentes trabajos que aquí compilamos. Destaca su original contribución, basada, en gran medida, en un expurgo directo de las fuentes documentales existentes en el Archivo Municipal. Su interés se centró también en exhumar la toponimia local, que dio a conocer en una monografía, reeditada en el número 48 de estas «Obras Completas».
Se convierte así en el historiador que, sin duda, más páginas ha dedicado al conocimiento de la historia tafallesa. La ciudad se lo ha agradecido dedicándole una calle (2008), reconocimiento precedido de otros tributados por diferentes colectivos populares con los que colaboró activamente: Premio Olentzero de Tafalla, por «la defensa, trabajo y aportación a la cultura y lengua vasca» (1991); y miembro honorario de la Orden del Cuto Divino (1992), por su contribución a la difusión del nombre de la localidad.
Resultado de este proceso sociológico fue la elevación del nivel económico, social y cultural que conoció Artajona ya en el siglo XII, junto con una expansión económica jamás conocida hasta entonces.
Como testigo bien elocuente del papel de la Artajona medieval en la política del reino de Navarra, en la economía, el arte y la religión, quedan las piedras de su Cerco amurallado rodeando la iglesia-fortaleza de San Saturnino, la iglesia de San Pedro, modernizada en el siglo XIX, y todo el contenido de la documentación que hoy presentamos».