Tras 16 años de silencio poético, vuelve Xabier Lete con un poemario de mano de Pamiela. Egunsentiaren esku izoztuak es uno de sus trabajos más personales, en los que el fundador de Ez Dok Amairu, "evoca, invoca y convoca" a su compañera, la cantautora Lourdes Iriondo
Eran las doce del mediodía cuando ayer Xabier Lete se acercó sorpresivamente al stand de la editorial Pamiela para firmar ejemplares de su último y esperado libro de poemas Egunsentiaren esku izoztuak . La presencia del cantante, cantautor, gran poeta y fundador del grupo Ez Dok Amairu , causó una gran expectación entre los visitantes. En menos de cinco minutos decenas de personas le rodearon para que les firmara un ejemplar de su última obra.
Xabier Lete (Oiartzun, 1944) rompía de esta manera un largo silencio de 16 años en el que "me ha faltado el impulso de escribir", según confesaba en una entrevista a este periódico.
¿Esperaba este amplio recibimiento?
Acabo de llegar y ya he firmado unos cuantos libros. Me ha dicho la editorial que la gente está interesándose mucho por mi libro. Me conmueve porque, al fin y al cabo, siempre he sido muy minoritario en ventas. Tampoco tenía grandes expectativas, pero ¿por qué vamos a engañarnos? Cuando una persona escribe un libro siempre tiene la ilusión de que se venda, primero porque una editorial se ha interesado en tu trabajo y luego porque es una manifestación de cariño hacia ti. Y eso lo agradezco profundamente.
Llevaba 16 años sin publicar poemas. ¿Por qué?
Entré en un periodo de mi vida muy difícil, ya había tenido un periodo muy complicado en los años 80 pero a partir del año 94 me empecé a sentir muy mal. Luego vino la enfermedad de mi mujer, en el 98 operaron a Lourdes... Me faltó el impulso de escribir, nunca me abandonó la poesía, pero no pude escribir.
¿Son todos poemas inéditos?
La mitad de los poemas del libro ya estaban escritos cuando murió Lourdes, pero la experiencia de su muerte me llevó a escribir el resto, evocándola, invocándola, convocándola... Me impulsó a acabar el libro y a publicarlo. Tengo que reconocer que he recibido además un gran apoyo de la editorial, que han estado muy cerca de mí en todo momento, y que me han estado animando y empujando para que lo acabase.
En su libro se percibe mucho la presencia de su mujer, Lourdes Iriondo, fallecida hace tres años.
Es lógico. La experiencia de estos últimos años, desde que nos dieron la noticia de su enfermedad, ha sido muy fuerte, muy dura. En el libro he incluido relatos personales llenos de pasión, de amor, de dolor... He contado toda mi historia, hay algunos poemas en los que hablo de viajes y de lugares a los que acudí con Lourdes, historias dulces, tristes, alegres, que nos ocurrieron siendo muy jóvenes en Aragón, en el Mediterráneo, un invierno en Venecia...
Xabier Lete acaba de perder ahora también a un gran amigo y compañero, Mikel Laboa.
El lunes, cuando me llamaron, me quedé de piedra. Sabía que estaba muy enfermo, pero no esperaba que fuera tan repentino. Mikel era el veterano de la canción vasca, el veterano de nuestro grupo de Ez dok amairu . Tenía una dilatada trayectoria, con unas canciones muy interesantes. Ha sido el cantautor con mayor proyección, muy querido por la gente. Además, según pasaban los años, era más querido que nunca porque la gente, aparte de admirar sus canciones, le han cogido más cariño. Se puede decir que se ha convertido en un mito de la canción vasca.
En muy pocos años han desaparecido también Jexux Artze, Julen Lekuona, su mujer, Lourdes Iriondo y ahora, Laboa.
Es la vida, sabemos que va a ser así, a nosotros también nos llegará la hora. A mí me podía haber llegado hace años porque he estado muy enfermo, pero no puedes evitar una visión de tu propia vida y una perspectiva de futuro y presente llena de melancolía cuando los que te rodean se empiezan a ir.
¿Cómo recuerda su época de Ez dok amairu?
Fueron años muy difíciles, pero de mucha ilusión, mucha pasión y mucho coraje y vigor porque éramos jóvenes. En el grupo teníamos un debate permanente sobre nuestros objetivos, nuestra manera de trabajar, lo que teníamos que hacer, lo que no había que hacer... Eso nos reforzaba en nuestra trayectoria.
¿Cuándo publicó su primer libro?
Me acuerdo perfectamente, fue Xabier Gereño, estaba feliz, en las nubes. Con 24 años me editaron un libro de poesía y no sabía cómo iba a responder la gente, si interesaba o no interesaba. Pero todo salió bien. En aquellos años tan difíciles, con una situación política tan complicada, con un incipiente movimiento de reafirmación de la cultura vasca, que vendiera 2.000 ejemplares de mi libro era algo reconfortante. Había un cierto espíritu de militancia, que hoy quizás existe de otra forma y se proyecta más, como se puede ver aquí en la feria, en la actividad literaria y artística. Pero entonces era toda una mezcla, la cuestión era resistir, reafirmarse y reencontrarse.
¿Se le acerca mucha gente para recordarle aquellos años?
Mucha gente, no sólo de mi edad, sino también gente joven. A veces soy autocrítico y tiendo a enfriar el pasado pero no puedo dejar de decirme a mí mismo y a los demás que fueron años en los que hicimos un trabajo importante. Muchos me comentan que nuestras canciones les ayudaron, que fueron muy relevante para ellos.
¿Y cómo vive Xabier Lete ese reconocimiento?
Me emociono mucho, es como reencontrarse con la emoción de aquellos años. Nosotros lo vivimos desde el escenario y la literatura pero ellos lo vivieron como algo que se les daba, para ellos suponía recuperar un patrimonio muy importante.
Dicen que Ez Dok Amairu ha llenado un pasado no sólo de poemas y canciones sino también de esperanza. ¿Es consciente de ello?
En los últimos tiempos cada vez más. Lo que ocurre es que cuando uno se va haciendo viejo se distancia de sus años de juventud y mira lo sucedido con la perspectiva del tiempo. Algunos lo magnifican, yo en cambio tiendo a ser crítico, no a congelar lo que fue, pero a dejarlo ahí, sin demasiada exaltación. Hay una especie de contención. El otro día un compañero me decía que teníamos que ser conscientes de que con nuestra poesía y nuestra música hemos ayudado a reencontrarse el país, el euskera, pero también a reencontrarnos a nosotros mismos.
¿Y por qué Xabier Lete tiene la necesidad de escribir?
Eso lo asocio a una idea que tiene Bernardo Atxaga sobre la literatura, que suele decir que escribimos para que los demás se vean reflejados y para que se consuelen. Y yo añado que sirve también para ratificarme. Lo que escribimos es la vida, con sus dificultades y problemas que nosotros hemos experimentado, sobre todo la pérdida y el dolor de la vida.
Ahora que ya ha recobrado el impulso de escribir, ¿para cuándo su próximo libro?
Tengo la ilusión de seguir escribiendo. porque tengo dentro cosas que decir. A veces ,cuando se publica un libro, se suele decir que se siente vacío, que ya se he vaciado lo que se tiene dentro y que se necesita un periodo de reflexión, de llenar el interior con vida. Pero yo, en este momento, todavía tengo muchas cosas que decir. Y creo que si tengo suerte y me da la salud y la vida, que es lo más importante, no tardaré mucho en volver a retomar la escritura. Me gustaría que en un breve plazo de tiempo hubiera otro libro. Lo voy a intentar, pero prefiero no dar fechas. >d.n.a.