¿Qué significa el título? ¿Qué queréis comunicar con El viaje de las palabras?
Estamos tan acostumbrados al uso común de las palabras que muchas veces nos olvidamos de que sus múltiples significados nos pueden abrir caminos nuevos. ¿Por qué no iniciar un viaje diferente con ellas, seguir sus caminos y descubrir nuevos mundos?
Pero, ¿se trata de un libro de texto?
El alumno encontrará lecturas que le conducirán por diferentes mundos, ilustrados con imágenes sugerentes y escogidas para provocar sorpresa e interés. El origen de los textos es muy variado, por citar algunos autores, mencionaremos a Garcilaso de la Vega, Federico García Lorca, Isaac Asimov, Victor Hugo, Franz Kafka, Paul Auster, Julio Cortázar, Bernardo Atxaga, Augusto Monterroso, Åsa Larsson o Eduardo Galeano.
El profesor encontrará ejercicios que motivarán al alumno a escribir desarrollando su imaginación y colocándolo en los diferentes contextos de los mundos visitados. En el libro no hay exposición teórica. Como hemos visto por los libros anteriores y por la práctica en el aula, el alumno maneja elementos de la literatura y del arte y los asimila sin haber atendido a ninguna exposición teórica. Todo ello resulta muy gratificante para el alumno y para el profesor.
La selección de autores y textos con sus ilustraciones correspondientes le confieren también la calidad de libro de lectura para cualquier persona con curiosidad por la cultura y el arte.
Por lo que he leído, cada capítulo presenta el viaje por un mundo distinto.
El itinerario comienza siguiendo las rutas de Oriente con Marco Polo y sigue con las expediciones al Polo Sur, el mundo de los hielos eternos de las aventuras de Ernest Shackleton y del capitán Scott. Estas son también las rutas de la fama y del peligro, de un mar con caminos misteriosos y fantasmas. En ellas se puede incluso saltar al pasado o recorrer el presente hasta casi perderse en esos cuatro elementos de la naturaleza que nos ayudan a comprenderla: la tierra, el aire, el fuego y el agua.
En el siguiente capítulo tenemos el viaje a un mundo fantasmal en la Italia del Renacimiento que incluye ejercicios como el de elaborar un folleto turístico de Arezzo, cuna de Mecenas, Petrarca, Pietro Aretino, Giorgio Vasari y Piero della Francesca. Concluye con el viaje a los continentes fantasmas, desaparecidos e imaginados como la Atlántida.
Luego, el viaje mágico lleva por una parte al futuro más allá de las estrellas donde los seres quieren recordar con el sonido sus nombres y cuerpos o al presente también mágico: trucos mágicos inesperados o esa metamorfosis del personaje de Kafka en un monstruoso insecto.
En «Un puente al infinito» el viaje de las palabras vuelve al presente, al mundo donde las ciudades crean puentes de comunicación a todos los niveles.
El último capítulo propone un viaje por el arte, por muy diversos mundos desde Leonardo y el Renacimiento hasta los pintores y escritores surrealistas, pasando por los seres de luz, las hormigas artistas o el Tiffany de la película y del conocido poema de Vázquez Montalbán.
Este es vuestro quinto libro, ¿qué os ha animado a seguir esta línea de pedagogía activa?
El Diario personal y La carta tuvieron muy buena acogida por parte del profesorado, pero también muchos lectores nos comentaron que lo tenían como lectura en la mesita de noche. En México la Secretaría de Educación Pública hizo una edición especial para escuelas de 60.000 ejemplares de El diario personal. Los siguientes libros, Los espejos de la ficción y La mirada poética, los encontramos no solo en centros de enseñanza sino también en bibliotecas municipales. Todo ello nos anima a seguir publicando libros con la metodología activa que hemos desarrollado y probado en el aula.
En vuestro libro las ilustraciones tienen una función importante.
Los alumnos viven inmersos en un entorno donde la imagen domina la comunicación. Aprovechamos esto para introducir el arte y potenciar la intuición y la creatividad del lector. Además tenemos la suerte de que editorial Pamiela sabe cuidar la imagen y la composición, consiguiendo de este modo que el libro sea además atractivo a la vista.
Las autoras de El viaje de las palabras (foto Luis Muñoz)