Fuera de lugar
/ Castellano
/ año 2009
/ 448 páginas
Lo que hay que leer de críticos y escritores
Fuera de lugar es un libro raro en el panorama editorial actual. Pocos se atreverían no sólo a decir que el rey va desnudo, sino a llamar a ese rey por su nombre: R. Conte, E. Ayala-Dip, J.A. Juristo, J. Goytisolo, C. Fuentes, J.M. de Prada, J. M. Pozuelo Yvancos, S. de Toro, J. Saramago, J. Marías, J.A. Marina, A. Muñoz Molina, A. Grandes, E. Lindo y un largo etcétera de ilustres prendas, tanto de la crítica como de la escritura.
El autor no se anda con rodeos y no ahorra comentarios sarcásticos sobre lo que dicen y siguen diciendo escritores y críticos acerca de la lectura, de la literatura y de la escritura, de lo divino y de lo humano.
Si se acepta que somos lo que hablamos, se concluiría que estos críticos y escritores son la representación perfecta del estereotipo y de una adjetivación tan exuberante como inexacta o vacía.
Sin duda, Fuera de lugar puede servir como antídoto contra los discursos solemnes y gaseosos de la actual crítica y expresión literaria. Pues, felizmente, no estamos ante un autor que se crea en posesión de la verdad, sino ante alguien que pregunta a críticos y escritores si dicen lo que piensan y si piensan lo que dicen.
El libro del año de verdad
Gregorio Morán. La Vanguardia (09-01-2009)
Estupidario crítico-literario
Iñaki Urdanibia. Gara (03-07-2009)
Lekutik at
Joxemari Iturralde. Gara (2009-07-03)
Hay que reconocer que la vida literaria da mucho de sí, para lo bueno y para lo malo. En muchos medios se explota la imagen romántica que lleva consigo la dedicación a la literatura y consideran a los escritores seres superiores dotados de una clarividencia casi mítica. Y todos sabemos que eso no es verdad, aunque la pose les guste a todos. Reírse de esta retórica –casi siempre hortera y cursi– fue el objetivo de Visto para sentencia, de Rafael Reig, libro políticamente incorrecto que levantó ampollas. Pero las cosas que cuenta Reig son chascarrillos al lado de lo que ha escrito el crítico y profesor Víctor Moreno en Fuera de lugar. Lo que hay que leer de críticos y escritores (Pamiela), libro que conserva el tono corrosivo y divertido de uno de sus anteriores libros, De brumas y de veras, donde diseccionaba sin piedad el trabajo de los críticos de más renombre. Una reflexión sobre temas más o menos parecidos, con otro talante y autoridad, puede encontrarse también en el pequeño volumen del escritor francés Julien Graq, La literatura como bluff, que acaba de editar la editorial Nortesur.
Pero vuelvo al libro de Víctor Moreno. No hay por qué coincidir con lo que escribe este profesional de saber sacar tajada a las sombras. Uno puede disentir de su idea de la religión, de la manera de entender la política, del abuso de juicios ácidos, etc. Pero detrás de sus provocativas opiniones hay muchos años de trabajo y un concienzudo trabajo crítico, como puede comprobarse en otro libro suyo que acaba de publicar la editorial Caballo deTroya, La manía de leer, irónica e inteligente reflexión sobre el papel de la lectura en la sociedad contemporánea.
Muchas de sus observaciones sobre Javier Marías, Muñoz Molina, Saramago, Almudena Grandes y otros autores ponen el dedo en la llaga al valorar el papel de la crítica literaria actual, a menudo correa de transmisión de las modas ya instaladas y de los dictados editoriales. Por otra parte, para escaparse de un panorama a veces muy uniformado y clónico, viene bien destacar la labor de Víctor Moreno, crítico al que hay que alabar que maneje, sin reparos, unos criterios muy distintos a los que parecen inamovibles y más difundidos.
Adolfo Torrecilla