Etnografía histórica al airico de la tierra
Hizkuntza Gaztelera
2010. urtea
Azal gogorra
440 or.
Coeditado con Udalbide y Euskara Kultur Elkargoa
Jimeno Jurío –no hace falta presentarle– piensa que el hombre es la única cosa importante, que hay que conservar en dignidad, libertad y felicidad. Pero Jimeno Jurío piensa, además, que se deben conservar al servicio del hombre, para su cultura y espiritualidad, muchos recuerdos de la vida anterior que, rápidamente, se esfuman en Navarra.
Jimeno Jurío es increíble. Nadie sabe cómo puede llegar a tanto rincón, a tanto papel antiguo, a tanta persona guardadora de consejas. Y tiene humildad y el buen gusto de aproximarse a todo lo pequeño para hacernos la historia cercana, humana y aleccionadora.
Al airico de la tierra es el comienzo de unos Anales del Reino en miniatura que se irán desarrollando progresivamente sobre el Santoral y el Año Agrícola, los dos inveterados ritmos humanos.
Miguel Javier Urmeneta
De primeras digo que éste no es libro menor, aunque de menudencias esté hecho, pedacitos de rompecabezas que juntos y reunidos explican e identifican a un pueblo, el nuestro, con sus creencias y descreencias, sus ritos, la historia, las historias, y entretejen la urdimbre de lo que somos. Una veta riquísima aflorando a su aire. La intrahistoria unamuniana, que aun cuando desdeñada por la pompa fría y pretendidamente aséptica del historiador al uso, profesor de cátedra, permite explicarnos muchas cosas que sin ellas no se entendería el acaecer del curso histórico. Aun sin confesarlo, ese historiador desdeñoso no tendrá más remedio que buscar lo que no se encuentra en los otros documentos y que pareciendo «anécdota es categoría».
Pablo Antoñana
Al aire de “Airicos de la tierra”
Pablo Antoñana (Rev. int. estud. vascos. 44, 1, 1999, 185-218 199)