La máscara de hierro y otras máscaras
/ año 1999
/ 214 páginas
El día 10 de octubre de 1711, Carlota Elisabet de Baviera, La Palatina, segunda mujer del hermano de Luis XIV, escribe a su tía Sofía de Baviera que «un hombre ha vivido largos años en la Bastilla muriendo enmascarado». [ ... ]
El hecho curioso es que la vieja duquesa de Hannover, enseguida le remite dos noticias, sacadas de La Gazette d´Amsterdam que confirman la información y dejan perpleja a la fisgona Palatina.
La transcripción reza así meticulosamente: «París, 21 de marzo. Un teniente de galeras, acompañado de 20 caballeros, ha conducido a la Bastilla a un prisionero "enmascarado" que ha sido traído de Provenza en litera, y que ha estado vigilado todo el camino, cosa que hace creer que es una persona de consideración, tanto y más que se esconde "su nombre" y que aquellos que le han conducido dicen que es un "secreto" para ellos». La otra noticia: «París, 9 de octubre, 1698. M. de Saint-Mars ha tomado posesión de la gobernación de la Bastilla, en donde han hecho encerrar a un prisionero que iba con él».
Son dos noticias desconcertantes, en cierta manera contradictorias, pero que confirman las informaciones de la Princesa Palatina. No es preciso nada más para poner en marcha una de las leyendas o enigmas de la Historia. ¿Quién era este desconocido, pero ya famoso personaje?
Juan Perucho: “Hay mucha gente que no ha visto en su vida un fantasma (…) Estos seres son dignos de la mayor compasión”.
Libros de Cíbola (29-jun-2016)