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Entrevista con Oteiza

Xabier Lete | Poeta y cantante

Hoy día te nos apareces, Oteiza, como hombre solitario, más que recluido en soledad, arrojado a ella, o quizás ambas cosas al mismo tiempo. Pero todos nosotros sabemos de tus largos años de esfuerzo y lucha por crear grupos de vanguardia vasca en el terreno cultural y estético, por conectar, en todos los órdenes de la vida colectiva, con el pueblo al que perteneces. ¿Cómo ha sido esta lucha, qué características ha revestido?

OTEIZA.- Sí, yo antes, siempre, he perseguido la formación de equipos, creyendo que la investigación, incluso la resistencia cultural, la fuerza nuestra, nuestra ofensividad posible es siempre en equipo, a base de comandos concretos de trabajo, indagación, lo que sea, Y para mí, por la experiencia que he acumulado en estos largos años, es imposible tratar entre nosotros de constituirnos en equipos de trabajo. Luego los trabajos míos ahora no pasan de apuntes, no son más que proyectos en notas que no prosperarán, esquemas, guiones sobre indagaciones posibles para nosotros. Pero con los demás ya nada.


GARAIA.- Notas, esquemas, guiones. ¿Sobre qué, por ejemplo?


OTEIZA.- Estos blocks sobre la mesa, estos cuadernos, son con estas anotaciones. Estoy aplicando mi ley de los cambios a una serie de cuestiones que me preocupan. Mira, aquí estoy con la infancia, no hay un niño, sino dos. Son las dos infancias que encontramos en Piaget. La primera infancia, de 2 a 7 años, el mundo perceptivo de la horizontal, y la segunda infancia, de 7 a 12, el mundo de la vertical. Pues el primer niño viene a ser un niño vasco, coincide con el mundo cóncavo y receptivo de nuestra gran cultura tradicional, la más remota, en segunda fase, en la que maduran nuestras formas de comportamiento desde la prehistoria, y la densidad metafísica de nuestra lengua. El segundo niño, de la vertical, del mundo convexo de la expresión, es el niño latino que corresponde al mundo en primera fase de mi  ley de los cambios. Empezamos en segunda fase y terminamos madurando en la misma fase, principio como el fin, nuestro asiera da amaia.
Tantas veces me he repetido que nuestro país es un país de niños, que me decidí a tratar de profundizar en esta relación del adulto vasco con nuestra infancia. Y ya véis, este niño del mundo de la horizontal, este niño vasco, en sus relaciones y juegos con los otros niños, no coopera, no dialoga, sólo juega consigo mismo, lo que hace es monologar. me estoy explicando así nuestra falta de cooperación y de entendimiento político entre nosotros; me explico hasta la obra de nuestros escultores en la que rara vez podemos hablar de comunicación. Nuestra escultura es puro monólogo, y hay como una búsqueda de protección en nuestra necesidad de creación, es como un estilo en común de formación de hombre de curación de hombre, un totetismo estético de la misma naturaleza que el de nuestros santuarios prehistóricos.
Pero claro que estas relaciones del adulto vasco, y del escultor concretamente, de este escultor político concretamente, con la infancia, no quedan a este solo nivel. Llevo tiempo preocupado con una posible teoría vasca para nuestros procesos culturales y revolucionarios. Hace unos meses resumí en un pequeño ensayo mi parentesco con Mao de mi dialéctica en arte, desde mi ley de cambios.El funcionamiento de mi ley de los cambios respecto precisamente a nuestro estilo artístico no de comunicación, correspondía y daba razón a Mao, a su fórmula 1 se divide en 2. No se producía síntesis hegeliana conservadora, el objeto artístico experimentalmente quedaba destruido, quedaba sin justificación el trabajo individualista del artista. Había verdadera ruptura del artista como productor y su producción personal como consumo, había conversión de artista en pueblo, transferencia de su nueva sensibilidad privada al pueblo como nueva sensibilidad común, como propiedad social. La nueva problemática que quedaba para el artista revolucionariamente era la de colaborar en la búsqueda de las tácticas pedagógicas para esa transmisión.

GARAIA.- Oye, Jorge, es de este 1 se divide en 2 que hablas, del que ha tratado Irala en su libro Bat bitan banatzen da?

OTEIZA.- Exactamente. Yo estoy leyendo el libro ahora. Es una exposición muy documentada, muy seria, sobre esta tesis 1 se divide en 2 que surgió con la revolución cultural china, 1965, en oposición a la otra tesis, 2 se combinan en 1, que es la que corresponde al proceso soviético, conservador, contrarrevolucionario. Soy muy amigo de Irala, estudiamos juntos en Lekaroz, estamos deseando vernos y conversar, pero ya hace años que no nos vemos. La intención de Irala es servir a nuestro País Vasco tratando de combatir al marxismo, explicándolo. Mi intención es explicarme el marxismo, pero trato de explicármelo en vasco, de un marxismo vasco, también con la misma intención de servir a nuestro país. La documentación y reflexiones de Irala en su libro, esfuerzo de tantos años, resulta muy importante. Yo sin amor no podría profundizar en nada, no sabría... Pero no quiero alejarme, quiero dejar aclarado lo de las dos infancias.
En cuanto artísticamente a los lenguajes, mi par dialéctico de los cambios ha funcionado con la fórmula revolucionaria china, 1 se divide en 2, pero con la infancia, que sí se divide en 2, pero que no es, supongo, para quedarnos con uno de los dos niños, sino para, sabiendo que somos dos, poderlos combinar es uno. Aquí la síntesis es revolucionaria precisamente por ser conservadora. En la cuestión anterior no coincidimos con la dialéctica soviética, y en ésta no coincidimos con la dialéctica china, lo que ya nos va orientando hacia lo que podemos entender por un modelo vasco de dialéctica, por un marxismo vasco, Lo que no puedo ocultar es una particular atención y simpatía por Mao, el uso inteligente de su tradición cultural china (de esa gimnasia china tendríamos que extraer experiencias para una gimnasia vasca que para las ikastolas llevo ahora proponiendo, y tendríamos que hablar)... En el libro de Irala encuentro esta noticia que no conocía sobre la astucia, que Mao toma de un viejo pensador chino sobre la guerra. Cito de memoria, tengo muy mala memoria, pero esto no se me va a olvidar: "La astucia de la actividad subjetiva constituye el elemento decisivo en el manejo de la dialéctica". No debemos escandalizarnos, hay una astucia china, otra soviética, hay astucia en el marxismo centralista y mesetario; pero ¿para cuándo una astucia vasca, un marxismo vasco, una visión política vasca, revolucionaria, unitaria, práctica, instantánea?

GARAIA.- A ti te preocupa el niño vasco, has solido hablar de ello. Y de la necesidad de una educación adecuada, apoyada por sicólogos, por científicos, por artistas. Lo que sueles llamar Ikastola experimental, que nos haría falta y no tenemos. Tenemos, eso sí, las ikastolas nuestras, y son muy importantes.


OTEIZA.- La Ikastola experimental para preparar andereños y maestros; no están preparados. Qué sabe nuestra andereño de ese niño de 2 a 7 años como posible recuperación por nuestra parte de una toma de inconsciente? En cualquier pueblo su prehistoria lingüística está cercanamente en otra lengua. Nuestra prehistoria lingüística coincide con nuestra prehistoria artística; lingüísticamente los parientes del euskera son los lenguajes fabricados los artísticos. En Mentalidad vasca y laberinto yo reflexionaba oponiéndome a los arquetipos de Jung, negaba que nosotros los vascos tuviéramos que ver con ellos, afirmaba que nuestro inconsciente colectivo era distinto. El verano pasado me visitó un gran escritor chileno, viejo amigo, venía de Suiza, vive allí. Uno de sus libros tenía un prólogo emocionante de Jung. Le hablé entonces de mis discrepancias con Jung sobre su inconsciente colectivo válido para todos. Me explicó que, efectivamente, yo tenía razón, que Jung había dejado inéditos estudios últimos en los que habla ya no de uno sino de la existencia de varios inconscientes colectivos.
Claro que a mí me preocupa el niño vasco, porque me preocupa el nosotros adulto vasco. El niño me emociona, es nuestra verdadera esperanza, pero me entristece. He adquirido una especie de alergia al niño. Lo veo como una maqueta a corto plazo de un inútil. La mortalidad infantil por falta de educadores preparados para entender y orientar al niño vasco es tremenda; los niños que intelectualmente, con los poderes de su imaginación sin descubrir, no llegan a mayores, a adultos que valga la pena tratar, es nuestra desgracia mayor.

GARAIA.- Este problema de la educación del niño enlaza ciertamente con el de una Universidad, con toda la estructura de una enseñanza auténticamente vasca.

OTEIZA.- La Ikastola experimental, como relación experimental de andereños y maestros con la actividad artística para la imaginación de juegos y usos con el espacio, para la reelaboración de una sensibilidad audiovisual nuestra en tradición (en tradición a indagar) y a la hora justa en nuestro tiempo (a indagar también), debiera ser la base de una Universidad Vasca. Pero hay dos opciones en lo que respecta a la Universidad Vasca. Podemos tener Universidad Vasca o podemos tener algo muy semejante, y que ya debiéramos haber preparado y no tenemos, que es universitario vasco. Porque el problema fundamental es el de la mentalización vasca y revolucionaria del joven estudiante. Esta mentalización es a través de la Ikastola experimental y de un Bachiller de artes. El estudiante así preparado es universitario vasco, y sus estudios superiores así los realice en Barcelona, en Suiza o en París, serán Universidad Vasca. 

GARAIA.- Tú has luchado durante muchos años para crear todo este entramado educativo, desde aquel proyecto de Universidad infantil piloto en Elorrio, pasando por lo que tenía que haber sido en Iruña la Universidad de Artistas Vascos, y tantas cosas más como la Escuela de Deba. Todo se ha ido, todo ha fallado?

OTEIZA.- Todo ha fallado y por las mismas razones. Ya hemos tratado de la razón fundamental de nuestros fracasos, la falta de madurez humana y política. Y el egoísmo infantil, el deseo personal de figurar, de mandar, de parecer importantes. La verdad es que me ha faltado poder político, creí poderlo conseguir por medios democráticos. Que desde las base, por acuerdos y delegaciones, podríamos llegar a constituir una especie de Estado mayor, de gobierno interno para nuestros proyectos de vida cultural. Luego todo hubiera resultado fácil, disciplina militar hasta para pasear bajo la lluvia o tomarse un café. Cuando pienso y hablo algún día (no querría hablar) de los monigotes de hombre que he tenido que conocer y tratar, con la pobreza espiritual de juventud que he tenido que aguantar... carajo, no me hagáis hablar! En nuestro país el problema no es de falta de políticos sino de revolucionarios. Hoy abertzale si no quiere decir revolucionario no quiere decir nada.

GARAIA.- Explícanos esto de la actitud revolucionaria, cómo la definirías en la situación de nuestro pueblo, cómo articularías una resistencia cultural así?

OTEIZA.- El revolucionario, para mí, es el político que se da en la resistencia, en la dificultad, en las horas de peligro. En cuanto hay como ahora una ligera apariencia de legalidad, ya vemos cómo surgen los políticos por todas partes. Dónde estaban antes? Yo, es ahora cuando me escondo, cuando modestamente nada tengo que hacer y me escondo. No me interesa nada esto. Si en un país como el nuestro, cuando hemos sido tan duramente prohibidos y castigados, no hemos sido capaces de imaginar alguna forma de defendernos espiritualmente, culturalmente, lo que ahora nos disponemos con alguna libertad a proponer, a mí ya no me interesa.
En alguna ocasión me he referido a las diferencias entre conspirador y aventurero, son semejantes a éstas entre revolucionario y político. me preguntas por la estructura de un frente de lucha, de una resistencia cultural, son movimientos, ya se sabe, estructurados en frentes.

GARAIA.- Lo de un Frente cultural tuvo hace tiempo resonancia, relacionado sobre todo con determinados movimientos políticos. Nos interesaría saber tu opinión sobre el tema, sobre cómo se hicieron o dejaron de hacer las cosas.

OTEIZA.- No sé como contaros o si no debo deciros nada. La verdad que ya pasó y fracaso puntualmente, como todo en lo que yo he andado. Es el Frente Cultural Vasco que yo programé como la articulación de tres frentes o sectores, el artístico, el universitario y el religioso. Trabajé en los tres sectores. Recuero la conferencia a los universitarios vascos en Barcelona, en mayo del 65, y luego la conferencia en Bilbao, a universitarios de Sarriko y los jesuitas jóvenes. Y desde Donosti pusimos en marcha ESCUELA VASCA con la creación de los cuatro grupos provinciales definidores de Artistas Vascos, GAUR, EMEN, ORAIN, DANOK, con el quinto grupo, BAITA, por Euskadi norte. Y con exposiciones y manifiestos Donosti, Bilbao, Gazteiz, el objetivo era Iruña, tomarla como capital cultural de nuestro País Vasco, con la fundación de la Universidad de Artistas Vascos, la primera Universidad de arte en Europa. Que previamente habíamos tratado, con laboriosas gestiones, en Pamplona. Pero fuimos rechazados. Intervino el Opus? No sé, pero fue la derrota más grave que hemos sufrido para el futuro inmediato nuestro. Porque todo lo que ahora pueda intentarse, desde Ikastola experimental a Universidad Vasca, partirá de cero y con estos muchos años de atraso y no recuperables. Lo que será ya no será como hubiera podido haber sido. Ni canción vasca, o mejor, ni arte compuesto vasco, será lo que hubieran sido y en la hora que tuvimos necesidad de que ya hubieran sido. Y ahora pienso en nuestro fracaso último en Venecia. No tenemos sensibilidad política ni para darnos cuenta de cuándo hacemos cultural y políticamente el ridículo.

(Se produce una breve pausa. Itziar, la mujer de Jorge, trae unos cafés. Comenzamos a sacar fotos)

Es cuando comenzáis a sacarme unas fotos y yo me quito la txapela. Considerándome un vasco mutilado, y todos los somos de algún modo, no me gusta aparecer con signos externos de un vasco muy natural y muy entero, Es por lo que decidí al volver de América, donde todos me conocían por Gorka, que aquí me seguiría llamando Jorge. Llevo este nombre como una marca de ganadería por la mentalidad vasca perdida por mis pares en servidumbre. Ahora que todos se ponen su nombre en vasco y luego con un poco de gramática o de ikastola, y de ikurriña, esto se pone en apariencia fácil. Pero yo, que comprendo que ya los acontecimientos están a nuestro favor, que so irreversibles. y a  pesar de que comprendo la categoría singular de nuestro pueblo, la importancia decisiva  que la base representará políticamente en esta realidad a medias que ya estamos viviendo, no soy nada optimista.

Me encuentro con grandes contradicciones entre lo que teóricamente pienso y creo y amo,  lo que prácticamente me encuentro, hago y vivo. No puedo resolver estas contradicciones, no es porque soy ya viejo, es que estoy quemado, no tengo fe, hay algo de museo en nuestra tradición, algo visible pero arrinconado, y hay otro museo, también real, pero digamos que imaginario y oculto. Como Jonás, que conocía la ballena por fuera y por dentro, creí conocer así algo de nosotros..., pero es como si mi ballena, carajo, estuviera disecada... y podía jurar que hace unos momentos estaba viva. Es una ballena intermitente, es como nuestra historia.

No me gusta la historia intermitente que hace nuestro país, duerme en los momentos más inexplicables, luego despierta, reaparece. Con una simple reflexión comprendemos que nuestro pueblo funciona con una coherencia moral y política tremenda y ejemplar, cuando tiene un gobierno vasco, en los momentos de verdadera gravedad y peligro, se consciente todo. Nuestra historia está hecha (quiero decir que nuestra vida desarticulada) a base de consentimientos por nuestra falta de gobierno.

Esta larga y tristísima suspensión de nuestra vida espiritual y cultural en nuestro país, que conocemos por franquismo, yo concretamente me la explico nada más que por la inexistencia de un gobierno, como asesoramiento y disciplina cultural, como política cultural, de un gobierno vasco en París y San Juan de Luz. Desaparecido desgraciadamente José Antonio Aguirre, y al poco tiempo Landaburu, desapareció nuestro goierno, no quedo más que un grupo de inútiles. Nacía entonces una Resistencia política, era ETA. ETA se equivocó al programar sus actividades como una lucha con España y Francia, antes de organizarse con estrategia inteligente y silenciosa como policía interior d nuestro país y como gobierno de nuestras acciones internas, el enemigo éramos nosotros, en nuestra retaguardia económica y culturalmente. La primera acción hubiera sido tomar el gobierno vasco, reactivarlo sin cambiar los nombres. Y Leizaola dentro de un armario, con un agujero para sacar el brazo y firmar manifiestos, órdenes y papeles. Lo digo por decir, aunque no son cosas que se me ocurren ahora. Para que las cosas se nos ocurran a tiempo hay que prepararse. Esto es muy importante.

GARAIA.- Antes hablabas de diferencia entre revolucionario y político...


OTEIZA.- Sí, es muy importante. Es lo que diferencia a un revolucionario de un político. El revolucionario es un atleta espiritual, un hombre que ha realizado sus ejercicios espirituales, que se ha preparado, digámoslo con terminología deportiva, que está en forma, que llega a tiempo. No estaban en forma estos primeros etarras, en general no está en forma nuestra juventud. Estos jóvenes con o que tanto tiempo he perdido y he sufrido, me han hecho meditar sobre el inmediato futuro de esta juventud de la que todo lo nuestro depende. Cómo son hoy, y cómo serán luego! Me ha parecido que el mejor modelo, como reflejo entero y para reflexión sobre el joven de hoy es el propio Leizaola, pues ha tenido en su brillante juventud de abertzale  la misma pasión política y si cabe aún mayor violencia que la mejor juventud actual. Pero es en la vejez cuando cede y se debilita la violencia y cuando en compensación, con la experiencia política y la autoridad desde el poder, la auténtica inteligencia revolucionaria se fortalece y se revela. Pienso pues en Leizaola y entristece pensar que en aquel joven no había ni inteligencia política ni había revolucionario. El mismo desengaño con mi buen amigo Joseba de Rezola, que fue en la guerra secretario de Defensa. Para un aniversario de Gernika y para una revista nuestra precisaba un dibujo, una ilustración. Nos consultó a Néstor y a mí, solíamos verle en San Juan de Luz. Le recomendamos u fragmento del "Gernika" de Picasso, la espada rota con la flor, símbolo de muerte y esperanza. Lo rechazó casi furioso, no le gustaba el "Gernika", quería unas cabezas de vasco como las que dibujaba Martínez Ortiz. Le dije que había obrado como político al consultarnos, pero que no bastaba, que había que aceptar hasta con seguridad propia y rapidez, aunque no fuera de su gusto, la información del especialista. No volví a ver a este buen amigo..., que tampoco fue de joven, se sabe luego y tarde, ni político inteligente ni revolucionario.

GARAIA.- ay un aspecto en tu vida que nosotros conocemos poco, y los lectores tampoco conocerán. Los años anteriores a la guerra. Tú conociste y viviste, eran tus comienzos en el arte, aquel Renacimiento cultural vasco. En algún sitio has escrito algo sobre "Aitzol", tu disconformidad con él...


OTEIZA.- He escrito, sí, y he grabado de conferencias y reuniones, sobre este Renacimiento vasco de los años anteriores a la guerra. Fotocopias y grabaciones que dije en Deba junto al material de documentaciones que la Escuela tenia la responsabilidad de ir reuniendo y ordenando,. Todo ha debido desaparecer. No puedo recordar nada, es todo importante, pero muy extenso, no sé ahora qué podría interesar más recordar. Hablaba de Rezola, el verano del 34 lo pasé en Villafranca de Ordizia, por tratar con él de problemas de nuestro Renacimiento artístico. Estuve en casa del pintor Sarriegui, un gran amigo entonces, y con el pintor Lekuona, el hombre con el que me unían proyectos sobre un cine vasco y con el que yo había proyectado viajar en esos meses para Sudamérica. Era muy joven, extraordinaria sensibilidad, un poco débil, con su madre viuda se quedó; se quedó también cuando entraron os nacionales en Ordizia, y en seguida murió en la guerra. Entre los dos combinamos una serie de servicios para nuestro Renacimiento. Yo necesitaba estudiar arquitectura, él se decidió a estudiarla por mí, y yo me proyecté sobre una serie de estudios y compromisos... es largo esto, pero podía haber reflejado la situación y comportamiento de un grupo muy importante de artistas vascos que políticamente éramos nacionalistas, estando también cerca de los comunistas. Pero ese año precisamente todos, con Cabanas Erauskin y el arquitecto Aizpurua y los Gabarain, se pasaron al fascismo italiano. De la vanguardia artística vasca quedábamos los dos. Es más complejo todo esto, pero no hay aquí sitio, además todo es viejo, carajo, pero me preguntáis, y tendríais que saberlo...

GARAIA.- Hablabas de los problemas del Renacimiento artístico vasco, del año 34...


OTEIZA.- Mira, ese verano fuimos en bicicleta a Vidania. Dunixi había montado allí un horno y nos había anunciado  el Renacimiento de la cerámica vasca. A Olasagasti, a Cabanas y a mí nos había invitado para que colaboráramos. Nuestra desilusión fue enorme. El Renacimiento consistía en unos platos que compraba el bueno de Dunixi y que luego nosotros teníamos que decorar. Esta ingenuidad, esta terrible acumulación cultural de ignorancia entre nuestros artistas, curas y políticos, oficialmente era nuestro Renacimiento del arte vasco.

Esta tristeza que sufrí con la cerámica de Vidania. me decidió a especializarme en cerámica industrial para servir en este Renacimiento. De unos años que estudié medicina estaba fuerte en química y esto me sirvió mucho. Diez años de los catorce que estuve en América viví profesionalmente como ceramista industrial, también como profesor en todas las materias de su enseñanza en la Escuela Nacional de Buenos Aires.

GARAIA.- Pero este trata ya de tus años en América.


OTEIZA.- Sí luego fui contratado por el gobierno de Colombia para organizar la enseñanza oficial allí. Al volver en 1948 todavía trabajé dos años más buscando aquí la forma de servir y transmitir lo que sabía. En Bilbao dirigí una fábrica de aisladores de porcelana eléctrica, que resultaron los mejores que en España se fabricaban. En los probadores saltaban primero los de Alvarez de Vigo, luego Berenguer de Barcelona y quedaban al fina los míos. Este éxito mío quise aprovecharlo, esto es importante, y esto es en síntesis.

Estando trabajando en Bilbao, el 49, me entero que se piensa en San Sebastián montar desde Madrid una Escuela de Bellas artes. Acudo a las reuniones, denuncio la porquería de escuela que se os quería imponer, y que nos iba a resultar carísima, y propongo la mía a base de talleres y con la independencia económica a base de montarme industrialmente el taller de cerámica. Hubiera sido una de las quince fábricas entonces que necesitaba con urgencia España para la fabricación de material eléctrico de porcelana. Las autoridades no lo permitieron. me cansé de proponer en Bilbao, oficialmente y a particulares, montaje de fábricas nuevas, escuelas, recuperación de cerámica vasca desaparecida, Busturia, etcétera, todo inútil. Entonces en Bilbao tomamos la vieja Escuela de Artes y Oficios en Achuri, y fuimos desalojados por la policía. El alcalde Zuazagoitia nos advirtió que donde yo estuviera no tendríamos nada.

También en Madrid fracasé, con la Dirección de Industrias creo,  con la Dirección de Investigaciones, con el Departamento de Sindicatos, todo era un negocio, un cuento. Esto lo denuncié en una conferencia que di la Semana de Arte en Santander. Fue mi primer contacto con Fraga.

GARAIA.- Primer contacto quiere decir que luego ha habido otros. Qué impresión sacaste de esos contactos?


OTEIZA.- En Santander, en el salón de conferencias del Palacio de la Magdalena, Fraga, que cero era entonces Director Nacional de Cultura, se sentaba en un sillón, entre el conferenciante y el público, vigilándonos a todos. Al conferenciante se le había obligado a escribir su conferencia, que multicopiada, estaba en las manos de todos los asistentes. Yo leí la primera página, todos conmigo pasaron la hoja, entonces yo me levanté y me negué a seguir leyendo. Dije que ya que tenían la conferencia yo iba a aprovechar mi tiempo para ampliarles información. Fraga se revolvió en su sillón. Yo pedí un Instituto de Investigaciones Estéticas, pero no dependiente del Instituto de Investigaciones, que consideraba en su departamento de cerámica una verdadera vergüenza y una estafa para la investigación industrial y para la enseñanza. Al final Fraga desencajado y gritante pidió que firmase mi petición, que ya el gobierno todo lo que yo proponía, ya lo había pensado ,  que él nos contestaría con la respuesta del ministro, hasta ahora.

Este Fraga me retiró de las librerías un libro sobre la Megalítica americana que editó Cultura Hispánica el 52 y que luego, en otra conferencia que di en Santander, que fue la segunda y la última, regaló lo que quedaba de la edición a los asistentes americanos. A este Fraga fui a ver a su despacho y quiso poco menos que sacarme a patadas, yo le insulté y me fui dando un portazo, cayó un cuadro o dio con la cabeza en la mesa. Luego en Información y Turismo me prohibieron el libro de Ejercicios Espirituales, el 65. Y últimamente, estando de embajador en Londres, un grupo de arquitectos que proyectaba en un solar cercano a la embajada de España, crear un edificio singular que mostraría toda la realidad industrial, cultural, etc,, española me había elegido a mí para integrarme como colaborador en el equipo, y por cierto que a mí no me consultaron. yo no habría aceptado. Pero como los arquitectos conocían el estado de nuestras relaciones, se lo comunicaron como consulta a Fraga, a ver que le parecía. Me rechazó a los gritos, esto indica como entiende este señor servir a España. Este político es el político más ambicioso, más antivasco y más bruto que conozco, tiene menos sensibilidad estética y humana , y creo que hasta política, menos sensibilidad que un bisonte.

GARAIA.- Cambiando de tema, parece que no apruebas los caminos, digamos para ti fáciles o externos, de nuestra recuperación vasca, cambio de nombres, ikurriña, gramáticas.


OTEIZA.- No, no, es claro que yo apruebo, y quién sería yo para oponerme, cualquier cosas que represente una recuperación. Lo que me sucede es que lo que hay que recuperar fundamentalmente es nuestra mentalidad vasca, es nuestra conciencia profunda, el estilo con el espacio de nuestros comportamientos. Porque al perder esto hemos perdido todo lo demás. Pero recuperar esto es difícil, por esto suelo afirmar que hoy es difícil ser vasco. Tenemos que cambiar mucho para conservar lo que queremos tener, con cambio quiero decir recuperación, un cambio radical porque es en nuestra raíces que hemos perdido. Porque nuestra decadencia es la del euskeldun, que es quien pierde la lengua. Siglos consintiéndolo todo como un país de secretarios, de curas, torneros y criadas. Hay que saber qué es lo que hay que curar, antes de cerrar nuestra herida en falso con emplastos triunfalistas de gramática.

GARAIA.- Permítenos preguntarte, Jorge, cómo han sido tus relaciones con el euskera?

OTEIZA.- Sí, te hablaré algo de mi euskera; ya se me hacía raro que no me lo hubieras preguntado. Gabriel Aresti, fuimos amigos, discutíamos, particularmente de teatro, poesía, política cultural. Un día salia yo de la Biblioteca de la Diputación en Donosti, él iba a entrar, conversamos, discutimos. Me dijo al despedirse, bajando la voz y dejándola en mi oído:  "Te tengo miedo el día que hables en euskera". Sabía cómo luchaba con mi euskera, que estudiaba esos días con Oñatibia, pero fueron sólo unos días. Seguramente me querría decir que entonces se me haría verdaderamemte caso. Sería esto lo que quiso decirme. Me hizo reflexionar, no he sido, en verdad, nunca aprovechado, no quiero decir obedecido, cuando he tenido que ser obedecido en problemas que he explicado y puesto en solución. Solamente a medias, siempre. Se hacían con algo mío y ya creían que lo tenían todo, pobres imbéciles. Me ha faltado poder político y entre nosotros, pobres de nosotros en nuestra pobre resistencia cultural, lo que se ha identificado con poder político ha sido hablar el euskera, la mitificación del euskeldun.

Lo que era un objetivo de nuestra lucha, la recuperación del euskera, ha sido utilizado como un medio. Lo que había que proteger, se convirtió en entre nosotros como una protección totémica muy cómoda para el hablante. Esta falsa política con el euskera destruyó todo el Frente cultural vasco, desarticuló, desarmó, las inmensas posibilidades de organizar políticamente para el mundo espectáculos vascos en vanguardia artística. Si al morir Franco, Europa culturalmente la revelación que esperaba de España éramos los vascos, lo que aquí secretamente Europa creía que habíamos estado gestando. Artísticamente, puedo decirlo, he sido el único que he venido preparado de fuera y he vivido totalmente entregado a nuestra recuperación desde lo cultural, he sido el único con una visión política y que ha propuesto y ha sabido programar las acciones oportunamente siempre. Nunca hemos logrado nada. En París, en una reunión de refugiados políticos, se me dijo: "Si hablaras euskera serías un líder del interior". Me sirvió para armar un escándalo por la pobre mentalidad política de los reunidos. Pero es así, lo más sagrado para nosotros, nuestra lengua, ha sido utilizada para traicionarnos en su verdadera defensa.

GARAIA._ Quizás te quisieron decir que un euskeldun sin euskera es un poco disminuido, un vasco maltrecho en su personalidad...


OTEIZA.- Esto me lo estás diciendo tú ahora, es muy delicado, no quisiera perder mi calma. Yo claro que me siento disminuido, como vasco, no concretamente  en mi personalidad. Son los pueblos que al perder su lengua pierden su personalidad. Pero la personalidad de un hombre se hereda, no está en su lengua. Lo que siento más profundamente es la disminución que ha debido sufrir, cuántas disminuciones, familias inconscientes como la mía, nuestro pobre e inconsciente país, para llegar a este estado actual de postración, de raquitismo cultural y político. La propia lengua no hablada es una mutilación, la más grave, pero la falta de personalidad es otro tipo de mutilación, distinto y más culpable. La lengua  no puede fingir personalidad al que no la tiene. Contra este euskeldun sin personalidad, que cree que con el euskera ya se aisla y dispone por su cuenta del monopolio político y pontificio de su lengua, su país, su folklore, su historia y todas las materias y ciencias que trata de fingir en euskera, contra ese euskeldun estoy.

Considera además, querido Lete, si mientras yo me voy unos meses a un caserío para hablar el euskera, otro pudiera encargarse de hacer lo que yo interrumpo, pero no hay otro, no tengo equipo. Además sé que no llegaría a hablarlo bien, no quiero ser euskeldunberri, los encuentro atontados, no viven dentro de euskera. Yo sí vivo dentro, aunque no pueda deciros lo que quiero. Amo tanto al euskera, que yo sólo sé que mi euskera sólo se aprende en la teta de la madre. Yo no he tenido esa fortuna, dejadme en paz.

Me sucede además, que me acompaña siempre un sentimiento de mi muerte cercana, y no tengo tiempo, vivo con prisa, renunciando a muchos deseos, éste el más sagrado, el que más feliz me haría, ya es tarde para mí.

La recuperación u ocupación inmediata del euskera era problema que ha debido ser considerado exclusivamente de la retaguardia, para mujeres, niños y académicos de la lengua. desde la vanguardia cultural había urgentísimas tareas para que el euskeldun y bilingüe responsable, se integrara íntimamente con el con el erdeldun en un frente cultural. Lo que tenía que que poner no le costaba, y era mucho lo que tenía que descubrir. Ahora que estoy logrando mi aislamiento, los recuerdo como enfermos o irresponsables, como niños, pero lo mismo me viene por ellos la rabia y el desprecio.

Claro, que parezco así duro, pero hay que entenderme. Yo no he buscado a los demás sólo por pura generosidad, no, ni muchísimo menos. Yo necesitaba a los demás como verdadero contacto y puente con mi pueblo, como complemento y colaboración para la obra que venía estructuralmente meditando hace años, desde que dejé la escultura como objeto de experimentación. Porque, qué coño de escultura es la que yo dejé? Lo que dejé era el material sufriente y mudo como un animal, el material tradicional de la escultura que yo personalmente he utilizado para formarme y salir del colegio de la experimentación, dejando estéticamente razonada mi conducta experimental. A lo que aspiraba yo, es lógico que al mismo tiempo que a elaborar los medios del reeducación popular, era a la puesta en vanguardia de un espectáculo político, de una orquestación con todos nuestros lenguajes populares de expresión, a partir de análisis y pruebas experimentales con nuestras pastorales. La increíble mezquindad en la elaboración euskeldun falló hasta para el local de ensayos que nos tenía prometido un fabricante de sidras. Los catalanes se ofrecieron para que experimentara con ellos, pero no acepté fuera de nuestro país, además yo solo no tenía sentido. Quiero decir que hace años podíamos haber estado recorriendo el mundo con la consiguiente proyección artística, política y económica, de un espectáculo que por el momento nos hemos quedado sin saber cómo es. No pudimos pasar de Usurbil, mala suerte, badok amairurik. Ya en Chile fundé el teatro experimental político el año 36, cuando aquí la guerra. Y luego aquí no he podido ni teatro, ni cine, ni nada, no sé que hubiera podido ser, poco es lo que he llegado a saber sobre mí, esto es lo que me hace sentirme dolorosamente frustrado.

GARAIA.- En Aránzazu, Jorge... Un aspecto tuyo importante para nosotros es Aránzazu, todo lo ocurrido allí...

OTEIZA.- Te interrumpo, barkatu, no quiero que se me pregunte sobre Aránzazu. Quiero mucho a Aránzazu. a los frailes, a todos... Pero ese año 69-70 que me llamaron para que terminara mis piedras, yo desatendí bastante este trabajo, yo seguía viviendo con esa obsesión de industrializar en el campo cultural nuestras herramientas de defensa y ataque. me preocupé de un proyecto para Oñate de Colegio de Artistas vascos. Al mismo tiempo mis conversaciones con el Provincial de los Jesuitas para ocupar el ala izquierda de Loyola como Ikastola experimental y talleres de arte. Y en Gazteiz, y con el entusiasmo de un grupo de industriales amigos que por primera vez ellos consideraban que les presentaba un proyecto realmente práctico y de inmediata realización. Pero no era ese proyecto sólo, sino hasta otro que tampoco prosperó. Y hubo hasta un tercero que siguió la misma suerte y recuerdo que era con Berrocal, que estaba dispuesto a levantar sus dos fundiciones en Italia y montar con nosotros en Vitoria mismo, una Fundición artística Vasca como entro Internacional... Luego tuve que preocuparme yo solo de la fundición para Deba, en pequeño, nació, dio unos pasos y murió.

Con los mismos franciscanos , mi preocupación, más que mis piedras, era que me permitieran colaborar, que me escucharan, sobre la necesidad de completar los servicios religiosos con los servicios de la mayor urgencia cultural para nuestro pueblo. Bajo los aparcamientos existe el espacio de una catedral vacía, en el que debieran funcionar medios audiovisuales para información sobre nosotros, nuestra historia, nuestras recuperaciones, etc. Todos estos años debiera haber funcionado Aránzazu como nuestra Universidad popular, tan importante y mucho más necesario para nosotros que lo que ha sido Montserrat para los catalanes. Y ahí sigue todavía en pie el viejo colegio vacío, ruinoso, afeando, estorbando, inutilizando un lugar necesario y también sagrado para las reuniones frente a la basílica. Esta dejadez es manifestación de irresponsabilidad, es ya insultante, y compromete tanto a los franciscanos como al alcalde de Oñate. Los dos hombres con capacidad de gobierno, el P. Aguirretxe y el P. Goitia, no sé cómo fueron alejados de Aránzazu, ya que su misión era claramente la toma del poder político del Monasterio para integrarlo y comprometerlo en toda la realidad de nuestro pueblo.

GARAIA.- En un pequeño descanso y apagado el magnetófono, te has referido a la pobreza de nuestras investigaciones. Que hay que sufrir  con nuestra lengua, habitarla, vivirla, amarla conscientemente a usarla, filosofando con ella...


OTEIZA.- Tú lo ha dicho. Y bien, a lo que yo apuntaba es que nuestro investigador euskeldun no tiene más que un trato superficial o latino, parece una contradicción, con nuestra lengua. Suelo pensar a veces que culturalmente somos hijos de cura. Tradicionalmente, nuestro investigador euskeldun tiene dos cabezas, una de vasco y la otra de cura, y piensa y decide siempre con la de cura. Son muy raras y preciosas excepciones don José Miguel Barandiarán y don Manuel Lekuona. Porque este pobre libro del P. Goenaga sobre la negatividad de UTS es lamentable. Pienso lo mismo sobre el P. Errandonea reflexionando sobre itzal, utilizando varias lenguas orientales y totalmente miope con su euskera. Estas pobres mentalidades bíblicas no ven más que pecado, oscuridad, nada, negatividad, todas sus conclusiones son superficiales y vulgares, siempre contrarias a nosotros mismos y a la naturaleza profunda del euskera y de sus palabras más sagradas. Mientras no reparemos antes al hombre, porque es el euskeldun que tiene que cuidarse culturalmente, mejor haremos en no manosear en la lengua.

Solamente como creadores, como filósofos, como poetas, pode,os tomar contacto con los creadores originales del euskera. Heidegger debería ser un ejemplo para nosotros, cómo recurre a su alemán antiguo, cómo para pensar penetra en las etimologías, las vive, las consulta, las recrea. Si Heidegger al concluir su metafísica como reflexión artística del espacio, hubiera podido utilizar el euskera, creo que habría enriquecido su reflexión, también habría reparado y se habría sorprendido de los contactos de su pensamiento con nuestra tradición y filosofía con el espacio. Y no sólo con nuestra tradición, sino incluso con mi reflexión sobre nuestro vacío-cronlech y su obtención por desocupación espacial, que, en Heidegger, es reflexión posterior a la mía (Quosque tandem, 1963), es su vacío, la Lichtung y por despejamiento del espacio, Este es uno de mis enfados con Chillida, que en su entrevista con Heidegger, no le haya informado de su relación con nuestra metafísica tradicional vasca y concretamente la coincidencia con mi pensamiento estético. Pienso que en estos momentos en Europa hubiera significado mucho para nuestro país vasco, estética y políticamente, el interés que por estas documentaciones hubiera mostrado el gran filósofo alemán.

Fijaros además qué curioso, no sé sin es para contarlo aquí, además esto se ha alargado demasiado. A mí me ha interesado siempre Heidegger, yo arranqué de unas lecciones preliminares y magistrales de metafísica de García Morente. Lo conocí cuando la República, le consulté si podía estudiar ciencias estéticas centralmente en Filosofía. Me dijo que sería el primero en licenciarme en Estética, pero que tendría que estudiar griego, además de otras complicaciones. La metafísica es un sistema de preguntas que se enriquece con más preguntas y así permanece siempre en el aire. Porque las respuestas a la metafísica se obtienen estéticamente. El metafísico concluye como artistas o no concluye nunca. Es aquí donde iba. la metafísica cree Heidegger que nace con los presocráticos, yo también lo creía. Heidegger parte de lo redondo como perfecto en Parménides, yo partía de la Nada de Anaximandro. Lo redondo y vacío fue una obtención estética para mí. Pero lo que quiero decir, y a ver si no me alargo más, es que cuando me introduje en nuestra prehistoria artística y la relacione con nuestra prehistoria lingüística, me di cuenta que la reflexión metafísica se había iniciado antes con nuestro artista de los santuarios prehistóricos. Como en mi ley de los cambios se concluye como se comienza, el fin de la metafísica tenía que ser como reflexión del artista. Y es aquí cuando quedo felizmente sorprendido, al ver a Heidegger que dice concluye su metafísica como filosofía, y lo hace como reflexión del espacio artístico.

GARAIA.- Pero, no te parece que la omisión de Chillida sería totalmente involuntaria?


OTEIZA.- Claro que yo no culpo en esta ocasión a Chillida de olvido o ignorancia. Toda nuestra total falta de eficacia, oportunidad, coordinación, disciplina, se debe a esta falta que denuncio de un Gobierno interno, siquiera a nivel de información, que en el campo cultural aconseje, controle, oriente..., que nos ayude a superar este individualismo nuestro, este protagonismo infantil, que hace de un grupo poderoso de artistas, un grupo individualmente de tontos. Es lo que hace de nuestro pueblo singular y poderoso, como país un verdadero desastre. No tenemos una política sobre nada, y siendo esto grave, lo es mucho más, cuando un grupo toma por sí mismo decisiones para todos, son la suficiente preparación cultural y sin la menor preocupación en ampliar consulta.

GARAIA.- Creo que estás pensando en la unificación de la escritura para el euskera, sé que particularmente sientes horror por lo que consideras multiplicación caprichosa de las haches...


OTEIZA.- Así es, y pienso como aquí nuestro amigo Miguel, que ha escrito sobre esta cuestión, así como otros escritores y lingüistas. A mí el espectáculo de tantas haches es que me escandaliza. La mayoría de las haches parece que denuncian la desaparición de una consonante y en la mayoría de los casos, lo más fácil es averiguar qué consonante es la que falta y devolver al lugar que ocupa la hache. Estas haches fónicamente borran, ocultan la imagen visual que contienen, falsifican la escritura. Cómo hubiesen indignado a Heidegger! Proporcionan afonía al hablante, una afonía que da tristeza, blandura, debilidad, en estas horas de optimismo, de violencia y recuperación. Más depresiva aún esta escritura que casi ha eliminado fonemas que tan bien nos suenan y nos van y que son tan nuestros como la elle y la "ñ"- La Academia de la Lengua, tratándose del euskera, lengua sagrada por sus genéticos emparentamientos con los lenguajes fabricados, de modelo estético, en nuestra prehistoria artística, necesita el lingüista acompañarse de especialistas en ciencias auxiliares para el euskera, como médicos de cabecera,  y menos recién llegados de una juventud que más parece reaccionaria y desafiante que conciencia de su propia incultura, más que por amorosas y científicas consideraciones. No se puede poner la lengua, y menos con pretensiones de manoseo, cuando no se tiene nada más que la lengua. Así, esta multiplicación de haches muestra el propósito de aparentar que es un territorio lingüístico distinto a las demás escrituras, sobre todo con el castellano. Estas haches son marca exactamente como las  meadas del perro insistiendo en su demarcación territorial.  También sicoanalíticamente tendrían estas haches explicación. Al desmochar el enemigo nuestras casas-fortaleza, debilitaron espiritualmente nuestro paisaje, que con la industrialización  volvimos  sentirlo poderoso por la incorporación masiva de chimeneas. Al querer dotar a nuestra escritura de apariencia de propiedad original y poderosa, y al ser la "h" por antonomasia la letra con chimenea, resulta natural que sin mayores reflexiones la hayamos plantado en cada metro cuadrado de nuestra ortografía. Aunque no podamos leer con este humo, esta afonía, nos ahogamos. En contraste ejemplar, la sencillez y hermosura y densidad de pensamiento, el euskera y su escritura en la traducción del Quijote, de don Pedro Berrondo. Qué felicidad leer este euskera, comprendía un poco, dejaba de comprender. buscaba diccionario lo dejaba, seguía la lectura, no hacía falta comprender, me bastaba sentir, la felicidad de oírme en el interior de mi lengua y sentirme vivir...

GARAIA...

OTEIZA.- Sí, creo que es suficiente, y no hemos tocado más que unos puntos. Y yo que me negaba a la entrevista. Estoy algo cansado, vosotros con más razón, y esto para los lectores es demasiado, Y con tantas revistas que parece como un muro para nuestras lamentaciones. Creo que lo que precisábamos era una Asociación de escritores y periodistas vascos con su Estado mayor, por disciplina, economía en la información, distribución, etc.

GARAIA.- Y políticamente, Jorge, para terminar, una impresión tuya.


OTEIZA.- No hacernos ilusiones que nos van a entender los demás, pero sí tenemos rápidamente que entendernos entre nosotros. Y simplificando nuestra imagen y comportamiento con el exterior, primero lo que firmemente nos une, luego internamente podremos complicarnos a discutir entre nosotros. Por ahora los 20 partidos se resumen en tres, pueden ser cuatro. Abertzales de izquierda y abertzales de derecha. Sucursalistas de izquierda y sucursalistas de derecha O simplemente nuestra derecha con el PNV y una izquierda abertzale, fácilmente en vasco, con marxistas y cristianos. Pero pasa como con nuestros sindicatos que deben ser unos seis, nos bastaría por ahora con una Central sindical. Pero el político nunca acaba, porque no empieza hasta que no se vea con el poder, no es cuestión de políticos. Es cuestión de revolucionarios, el revolucionario obra rápidamente, lleva el poder en su conciencia. Y haría esto con los sindicatos, los citaría a los seis en un local, y luego entraría un comando revolucionario, con personas de los mismos sindicatos, y en cuatro horas de discusión o en seis días pero de allí no se sale sin la Central sindical.
Eso lo vi en París, hace años, en una película de propaganda soviética que no valía nada, pero la primera secuencia era ejemplar, la recomendé mucho. Era Lenin con sus compañeros, discutían hasta furiosamente lo que había que discutir, pero siempre tomaban una decisión y el acuerdo era sagrado. Luego se abrazaban, es cuando salían y se separaban.
Eso es pactar entre nosotros, una coalición ahora, un gobierno provisional. También pienso que en nuestras guerras carlistas, la unión o divisiones no eran por individuos, se simplificaba por pueblos, por municipios. Sí, hoy, por municipios, sindicatos, frente obrero. Hacia una democracia fuerte, un socialismo abertzale, el socialismo de rostro humano que si Garaudy define como un acto de creación artística, lo político como acto creador, con cuántas más razones un socialismo en vasco, lo sería...quién sabe, Euskadi Eraikiz Iraultza, igual uno no es tan viejo, y aún puede ver algo...


[Entrevista publicada en la revista "Garaia", nº 23, 1977/2/3. En la entrevista estuvo también presente Miguel Pelay Orozco]

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