Víctor Moreno. Extraterrestres

extratarrestres

extratarrestres

Decía Eduardo Mendoza: “Siempre me he considerado un extraterrestre o un recién salido del manicomio”.

No soy quién para contradecir tan imaginativas y sentidas palabras, surgidas sin duda de un fondo insobornable de sinceridad, como diría Baroja. Porque seamos crueles hasta el sarcasmo, ¿hubiera triunfado Mendoza caso de no ser un extraterrestre y haberse escapado de un nosocomio?

Recuérdese que más de uno pensó en su día que Gurb era un primo carnal de Mendoza que vino a Barcelona a explicarle a su pariente la manera de cómo convertirse en un novelista exitoso del mercado.

Claro que el hecho no reviste ninguna novedad. En la vida literaria existen más extraterrestres de lo que parece.

De Prada aseguró en su día que era la encarnación oronda de un marciano; lo que, en su caso, me parece una realidad bien plausible. Y no se podrá negar que le ha ido muy bien sacando brillo a sus fantasías onanistas, pues tratándose de las manualidades artísticas de un marciano seguro que tienen un toque de originalidad, más que idiota, transcendental.

Y Muñoz Molina no hace falta que aparente ser un selenita, procedente de la constelación de Orión. Porque el tipo, hable de lo que hable, escriba de lo que escriba, de la Memoria Histórica, por ejemplo, se cree un maestro Yoda infalible. Lo mejor de todo es verle la cara de constreñido que pone cuando pretende elevar a oráculo sagrado una frase copulativa: “La sandía es refrescante”.

Es posible que, a la vista de estos ejemplos, el resto de los escritores sientan la picazón de hacer declaraciones de parecido jaez estúpido. La verdad es que no sería ninguna novedad, porque viven instalados en ellas.

Y el Mercado encantado de haberlos conocido. Al fin y al cabo, ¿qué sería de la vida literaria sin estas melonadas sintagmática?

Sobre el autor del artículo: Victor Moreno

Libros del autor: Pamiela.com

This entry was posted in El pesebre del Reyno and tagged . Bookmark the permalink.