Paul Léautaud
(Selección Víctor Moreno)
De los aforismos de Paul Léautaud, Palabras efímeras (Versal, 1983):
• Un buen medio para edificar a las masas, y muy apropiado para cuidar de
su instrucción religiosa, sería dar a las calles únicamente nombres de
santos. Puede objetarse que el santoral no proporcionaría los suficientes
para todas ellas de una gran ciudad como París, por ejemplo. Puede
resolverse fácilmente esta dificultad repitiendo los nombres en cada
barrio, seguidos por la indicación de éste. Por ejemplo: calle san Pedro,
2º; calle san Pablo 14º, calle santa María 5º, calle san Luis 19º, etc.
etc. No cabe la menor duda de que con ello mejoraría el estado espiritual
de la población.
• Siento admiración ante este pequeño apólogo de Oscar Wilde:
«Jesús se encuentra con Lázaro, tras haberlo resucitado. Inclinándose
hacia él, le pregunta al oído: «Dime, Lázaro, tú que has estado muerto, ¿qué hay al otro lado?».
Lázaro, le responde: «Señor, no hay nada».
Jesús, con convencimiento: «¡No se lo digas a nadie!».
Ahí se encuentra toda la farsa de la religión.