Y tiro porque me toca
Miguel sánchez-ostiz – Domingo, 31 de enero de 2010
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ESTOS días es noticia la reedición de la mítica obra de Jorge Oteiza Quousque tandem…! No lo ha editado ese magma formado por el Museo, la Fundación Oteiza o la parte del patronato de ésta por completo afín a la política del gobierno de la derecha navarrista, sino la editorial Pamiela, que ya la editó en su 5ª edición, la que conmemoraba los 30 años de la primera, como también editó otras, casi todas.
Y una vez más, como no podía ser menos, la trifulca con la imagen de Oteiza como fondo no se ha hecho esperar. Al día siguiente de la presentación pública de la edición, el muftí del Magma Oteiza ha hecho unas solemnes y pomposas declaraciones amenazando con emprender acciones legales contra la heredera de Jorge Oteiza por haber publicado esta 6ª edición del Quousque tandem…! sin su consentimiento ni participación.
Si cree tener derecho a hacerlo hace santamente. Lo primero defender los propios derechos, la imagen del escultor que no creo supiera lo que iba a pasar con el legado de su obra a Navarra.
Con sentimiento me permito dudar de que el Museo “agradezca” “la colaboración en la difusión de la obra de Jorge Oteiza y reciba “con respeto e interés” cualquier edición que sobre su obra se realice. “Estamos encantados de que, siempre que se haga bien, se divulgue la obra y el pensamiento de Oteiza…”. Generoso, caballeresco, meritorio… pero es del dominio público que para el Museo y sobre todo para el pagano de la farra, el Gobierno de Navarra y su conserjero de Turismo, hay personas idóneas y otras que no lo son, que pueden, por ejemplo, sólo un ejemplo, dar conferencias sobre la obra poética de Oteiza en el Guggenheim de Bilbao, pero no en el Museo ni en su órbita. Es del dominio público.
Se diga lo que se diga, Oteiza está en manos de la derecha navarrista, no por nada, sino porque se modificó el número de patronos sin otro objetivo que silenciar, por el número de votos, a los patronos críticos nombrados por el propio Oteiza, de forma que, en la práctica, se hace lo que le dé la gana al conserjero de Turismo.
El resultado de las votaciones es sagrado, intocable, pero jamás se revisará ni ponderará cómo se ha llegado a esa situación ni sus motivos de fondo, ni tampoco se examinará el baile de cargos museísticos del entorno: son todos uno y lo mismo, y lo saben, y lo saben todos los estómagos agradecidos que apoyan ese estado de cosas.
El pleito está servido. Uno más. Oscureciendo la obra de Oteiza sobre la que ya es raro que hablemos. El personaje, su trayectoria y su legado ocupan la primera fila de la escena. Y de ahí no salimos.
Oteiza dejó minado el camino por el que había pasado. Sus arbitrariedades, cambios de humor y de postura, su carácter, contribuyeron a dejar un legado tan enrevesado que quienes más tajada sacan de él son los abogados, al margen de los beneficiarios de conferencias, catálogos, exposiciones, comisariatos y asesorías varias… Visto desde fuera, el Magma Oteiza es como un pastelón de amiguetes y estómagos agradecidos. Visto desde fuera, insisto, desde dentro o junto a los beneficiarios, con seguridad que se ve de otra manera. Por eso asumo el hecho incuestionable de estar equivocado.
Lo importante ahora es que esta nueva edición viene a suplir el catafalco inmanejable, pero en esa calidad muy apreciado por los estudiosos, de le edición bilingüe, anotada y prologada con el preceptivo galimatías que podría haber firmado el gran Matías Gali, máximo oráculo del arte vasco-navarro, y que fue editada por la Fundación/Museo, esto es, por el Gobierno de Navarra, que es quien pone el dinero -mejor no olvidar este detalle en todo lo relacionado con Oteiza- en el año 2007.
Quien prologó, por cuenta del Magma Oteiza, o no supo o no quiso ver cuál es el verdadero sentido del libro de Oteiza, cuyo subtítulo no puede ser más claro con respecto a su contenido: “Ensayo de interpretación estética del alma vasca”. Se fue por las ramas de manera divertida porque tal vez lo contrataron para eso, para irse por la ramas eruditas. Estaba además en un error cuando dijo: “La edición crítica incide así en las variaciones de las diferentes ediciones e incorpora una aportación de gran valor: las múltiples anotaciones a pie de página realizadas por el propio autor y que han permanecido inéditas hasta la fecha” (Gara, 23.3.07). No, todas esas notas a pie de página estaban en la 5ª edición, la que sin duda no quiso ver el flamante editor.
Quousque tandem…! no es, o no sólo, un libro de estética. Es un libro profundamente político, de lo contrario, no habría provocado los ensayos que ha provocado, en contra y a favor. Y eso lo saben quienes vienen haciendo el encargo de la edición de su obra. Ese aspecto radical y político brilla por su ausencia, ni para rebatirlo ni para examinarlo. Sólo que parece un contrasentido que quien paga esas ediciones y está radicalmente en contra del vasquismo militante y radical que propugnaba Oteiza, se ocupe de dar aire a esos contenidos. Pero está en sus libros, nos guste o no. No se puede ocultar más que silenciándolo de manera maliciosa.
A la obra escrita de Oteiza se le viene despojando de su contenido político, cívico, social, que es mucho, y lo que le da al texto el vigor que sigue mantenido en el tiempo. Oteiza, hoy, es una trinchera, un foso donde se dilucidan asuntos que poco tienen que ver con su obra.
Oteiza está mejor recluido en su caja metafísica, fuera de la circulación civil y política, ahí donde sus propuestas pueden hacer daño al sistema de pesebrismo brutal que él denunció a lo largo de toda su vida con respecto a las instituciones, algo que no ha cambiado, al revés: se ha reproducido con verdadera virulencia.
Para hacer algo referido a Oteiza es preciso ser del entorno y contar como gente de mano del conserjero de Turismo del partido en el gobierno, Korpax, quien esta semana ha vuelto a aparecer en la palestra pública con algo relacionado con la cárcel. No porque lo hayan llevado a él, no, qué horror, qué dolor, qué pena, sino porque va a acercar, que se dice ahora, la obra de Jorge Oteiza a los internos de la cárcel, cosa que los presos, a causa de la dialéctica del lleno y el vacío, el dentro y el fuera, van a agradecer mucho, seguro, aunque tal vez agradeciesen más unas mejoras en la atención sanitaria y otras cuestiones y carencias de régimen interno que han sido repetidamente denunciadas en balde.
Oteiza, dentro y sobre todo fuera, de todas las cárceles, los secuestros, las apropiaciones, los exclusivismos y los cortijos.
Publicado por Diario de Noticias