Una de las canciones más famosas de la Historia la compuso en 1952 John Cage. La canción se llama 4’33”. Consiste en cuatro minutos y 33 segundos de absoluto silencio en los cuales los oyentes solo escuchan los ruidos que puedan tener alrededor o que ellos mismos emiten. Una cosa así se tiene que hacer famosa por cojones. Como el informe reservado de la Guardia Civil sobre el Modelo D en Navarra, que ahora el Ministerio del Interior dice que no existe. Un informe que no existe pero cuyo éxito precisamente estriba en el ruido que genera al hablar de él. Lo hizo primero Diario de Navarra, prosiguió el Gobierno de Navarra -Iribas contó que oyó “una fotocopia”- y después nuestro Salvador particular. Luego vino el rugido de la marabunta nacional, el éxito masivo, los aplausos y los autógrafos y así todo seguido. Pero el informe no existe, lo cual es muy meritorio. Eso dice el Ministerio y al Ministerio hay que creerle sí o sí, del mismo modo que había que creer a Cage, que no se estaba riendo de nadie a la puta cara. No había canción, pero la no canción duraba 4’33”. En toda sociedad democrática ya tendrían que estar los medios que al parecer recibieron ese silencioso y misterioso informe, la presidenta el Gobierno, el portavoz, el consejero de Educación y el tal Salvador explicándonos a micrófono abierto y en público qué coño de informe vieron, quién lo hizo, quién se lo envío, quién lo filtró a quién primero, para qué, cómo, cuándo y dónde. Un concejal del PP en San Sebastián dijo hace poco que no se trataba de un informe “sino de una tesis interna de alguien para acceder a un puesto determinado” dentro de la Guardia Civil. A este paso vamos a acabar oyendo que era una redacción del cole de una niña de ocho años. El talento es así, a veces no es fácil distinguir a los genios de los farsantes, de los peligrosos farsantes.
Fuente: Noticias de Navarra