Hace unos días me llegó desde Change.org una convocatoria para firmar un manifiesto promovido por escritores y dirigido a estos en contra del espionaje masivo. No he firmado por varias razones, no ya porque deteste los manifiestos o porque tenga motivos personales para dudar de la probidad ética de varios de los firmantes y promotores españoles, sino porque el asunto me parece un saco de humo y de un oportunismo desvergonzado. Protestar contra el espionaje en general no compromete a nada, es como pedir que cese el pedrisco; hacerlo utilizando las páginas de opinión de amplio alcance de las que ellos cuentan para denunciar de manera clara y severa, sin tibiezas, el estado policial en el que vivimos, los abusos y violencia policiales concretos, las trapisondas de la magistratura, las leyes represoras, las medidas abusivas del gobierno en todos los órdenes, eso sí, y a no dudar tiene sus consecuencias personales y sociales.
Y por lo que respecta al espionaje, me temo que ninguno de esos escritores, hoy paladines de las libertades y aguafiestas nacionales, moverían un dedo por el asunto de los informes policiales secretos que han acabado en manos del partido que gobierna en Navarra afín al PP, elaborado contra profesores de la enseñanza pública y del modelo D en euskera, de amplísima e ineludible presencia en la sociedad navarra. Un informe, sin orden ni autorización judiciales que se sepa, solo secreto para los perjudicados, que a los políticos sectarios les ha servido de apoyo para la difamación y calumnia masivas, y para solicitar cambios en el Código Penal para impedir que personas «afines a ETA» den clases. Están pidiendo el establecimiento de listas negras, la depuración de los maestros, las pruebas de idoneidad ideológica… como en 1936. Además, es de temer que esos informes alcancen también a otros profesionales o miembros de colectivos sociales con presencia en la vida pública. ¿Quiénes son esas personas ya estigmatizadas y quién y cómo ha llegado a esa peregrina conclusión y a establecer cuál es su ideología y cuáles sus ideas al margen de su actividad docente? Indefensión total. Esto sí compromete, lo del espionaje masivo de los USA, no, nada, en absoluto, es una manera de colgarse una medalla sin dar un palo, de figurar sin enfrentarse con nadie ni con nada.
Fuente: Vivirdebuenagana